I. Contexto
Un estudio de Proyecto Armenia denominado “El desafío de la economía diaria” (4.2 El desafío de la economía diaria – Proyecto Armenia (observatorioarmenia.org) muestra cómo los vendedores ambulantes de bajos recursos tienen tres prioridades en su estructura de gastos: primero, conseguir la cuota del paga diario (conocido también como el gota a gota), segundo, recoger lo del cuarto del inquilinato (para no tener que pasar la noche en la calle) y tercero, lo que sobre se destina a la alimentación, siendo así que el 40% de los encuestados solo comían una ración al día, el 32% dos raciones al día y el 8% podían consumir tres raciones o más de comida al día y el restante 20% no le alcanzaba para consumir una ración completa de comida al día.
En la nota anterior del Observatorio Inmobiliario, se planteó la creación de un índice de costo ciudad (ICC), el cual tiene en cuenta los aumentos de tres divisiones básicas: alojamiento (vivienda y servicios públicos), alimentos y transporte.
II. Metodología
En la presente nota se hará el respectivo calculo del ICC para los hogares pobres y los hogares vulnerables, cuyas ponderaciones en su estructura de gastos difieren del resto de nivel de ingresos. Sobre los pesos que tienen las divisiones de alojamientos, alimentos y transporte, se calcula cuanto es el incremento que afronta este tipo de hogares en las diferentes ciudades del eje cafetero para las divisiones de alojamiento, alimentos y transporte.
III. Resultados
Para los hogares pobres, las divisiones de alojamiento y alimentos pesan mucho más que para el resto de las clases sociales. Para los hogares pobres, la vivienda y los servicios públicos pesan el 40.17%, mientras que para los vulnerables es el 36.33%, los hogares de ingresos medios es de 33.13% y los hogares de ingresos altos el peso es de 30.44%
En la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas el peso del gasto es mayor para los hogares pobres con el 23.78%, mientras que para los vulnerables es del 22.24%, los hogares de ingresos medios del 15.80% y los hogares de ingresos altos el 8.16%.
Para la división de transporte, el pesos en la estructura de gastos es menor para los hogares pobres con el 7.08%, mientras que para los hogares de ingresos altos es el 15.12%.
Los ponderadores para los hogares pobres arrojan los pesos relativos para los componentes del índice. De esta manera, los alojamientos pesan 56.55% en el ICC, mientras que los alimentos pesan el 33.48% y el transporte el 9.97%. Dentro de la estructura el IPC, los ponderadores serían 40.17% para alojamientos, 23.78% para alimentos y 7.08% para transporte, lo que arrojaría que estos gastos representan para los pobres el 71.03% del total del gasto de los hogares.
La ciudad de Armenia fue la segunda ciudad del eje cafetero con el mayor incremento del ICC para los hogares pobres con el 17.85%, superada por Pereira con el 18.06%. Manizales fue la tercera con el 15.53% e Ibagué la de menor incremento con el 13.96%.
En términos del ICC de Armenia del año 2023, los alojamientos subieron 4.18, pero en el IPC la división aumentó el 7.40. Para los alimentos fue 2.35 en el ICC, pero en el IPC fue 4.16. finalmente, el transporte fue 11.31 en el ICC mientras que en el IPC fue de 20.0.
Para los hogares vulnerables la situación no fue muy diferente. Armenia ocupó en segundo lugar con mayor incremento en el año 2023 con el 16.70, mientras que Pereira fue primera con el 16.90. Manizales tercera con el 14.53 e Ibagué de cuarto con 13.07.
IV. Análisis
El ICC es un indicador idóneo para analizar el impacto que tiene una ciudad en el presupuesto de los hogares pobres, toda vez que los gatos en vivienda y servicios públicos, alimentos y el transporte totalizan más del 70% de su estructura de costos. Adicionalmente, en muchos casos, servicios como la educación y la salud son subsidiados por lo que su impacto en los presupuestos de los hogares no es tan alto.
Con todo, los hogares pobres enfrentan un mayor costo ciudad que el resto de hogares por clasificación de ingresos y más si el hogar se desenvuelve dentro de la dinámica de la economía diaria.
El aumento de alguno de estos rubros más que proporcional a la capacidad de generación de ingresos puede acarrear el desplazamiento del hogar a estructuras más económicas (por ejemplo en la vivienda) o a la reducción de la frecuencia del consumo (por ejemplo en los alimentos) o evitar el uso del servicio (por ejemplo en el transporte). Esta dinámica genera concentración de hogares pobres zonificados que deben crear estructura económicas locales, en muchos casos aisladas del entorno de la ciudad, lo que a la postre genera fenómenos de exclusión económica y social.
Esta índice permite diseñar política pública que permita vía transferencias mejorar la posibilidades de vida en las diferentes ciudades del eje cafetero para los hogares que según su nivel de ingresos son pobres o vulnerables.