I. Estabilidad de los precios (actualizado 29-04-2024)
La estabilidad en los precios es importante dado que permiten asignar adecuadamente los recursos económicos. Si los precios no crecen y por el contrario bajan, los agentes empiezan a aplazar las decisiones económicas esperando el menor precio, por lo que no se compra, no se vende ni se invierte y entonces, la economía no crece. Por el contrario, si los precios suben desmedidamente, los agentes económicos buscan refugio donde invertir para que la inflación no devore el precio de los activos, con lo que se generan burbujas de precios y los recursos no se asignan eficientemente.
La inflación estuvo controlada y relativamente estable hasta la pandemia. Después de la pandemia se empezó a presentar un fenómeno inflacionario a nivel mundial del cual Colombia no fue ajeno y por tanto, la ciudad de Armenia se vio afectada.
II. Dinámica del aumento de precios
Con la aparición de Covid19 a finales de 2019 y principios e 2020, las economías se vieron obligadas a cerrar con el objetivo de poner a punto los servicios médicos en especial, las unidades de cuidados intensivos. El cierre de las economías que duro meses y trimestres, hizo que la demanda cayera súbitamente. La caída de la demanda incremento los inventarios de las empresas, que se vieron obligadas a disminuir su producción, aplazar los planes de inversión y en el peor de los casos a cerrar. Las redes logísticas también se afectaron, dado que no había mercancías que trasportar, con lo que este sector experimentó reducciones en su nivel de operación que impidieron inversiones necesarias para su funcionamiento.
En el entretanto, los hogares acumularon ingresos disponibles vía el flujo de sus entradas o por subsidios. Con la reactivación económica y la progresiva apertura de los sectores, se presentó un aumento súbito de la demanda que no fue correspondido por el aumento de la oferta, por el contrario, la oferta se estaba reduciendo, lo que generó un gran desequilibrio que se tradujo en el aumento continuo de los precios.
Adicionalmente, factores geopolíticos y ambientales influyen en la dinámica de precios, como son:
- Invasión de Rusia a Ucrania: introdujo problemas adicionales al mercado, relacionado con los energéticos (petróleo y gas) y con sus derivados, en especial los fertilizantes, vía la restricción de Europa y Estados Unidos de la prohibición de comercializar productos desde Rusia y los continuos ataques de Ucrania a la infraestructura petrolera rusa. Estos choques económicos terminaron de impactar a la oferta y a la estructura de mercado e hicieron que el aumento de los precios continuara por una senda ascendente.
- Guerra Israel-Hamas: introdujo factores desestabilizantes en medio oriente, lo que produce interrupciones en el estrecho de Ormuz, haciendo que los recorridos de los buques graneleros, petroleros y portacontenedores recorran una mayor distancia a través del cabo de Buena Esperanza en el sur de África y por tanto tarden más tiempo en viaje, lo que hace que el consumo de combustible sea mayor y por tanto afecte las tarifas de transporte de manera global. Por otra parte, distorsiona las cantidades almacenadas en los grandes centros de distribución, haciendo que los stock de seguridad aumenten y como consecuencia, el tamaño de los pedidos sea mayor, distorsionando los patrones de producción y elevando los precios mientras se equilibra la oferta con la demanda.
- Sequía en Panamá: la zona del canal de Panamá producto del fenómeno del Niño ha experimentado sequías graves, lo que ha traído como consecuencia el bajo nivel de agua de las diferentes exclusas, lo que ha imposibilitado la navegación de grandes cargueros por el canal. Lo anterior, obliga el paso por el estrecho de Magallanes al sur de Argentina, lo que ocasiona una mayor distancia a recorrer con las consecuencias ya descritas en el punto anterior.
III. Problemas generados por el aumento de precios
Como se anotó en el contexto, el principal problema del aumento de precios corresponde a la distorsión en la asignación de recursos en la economía. Otros problemas no menos importantes son más locales, como la pérdida de poder adquisitivo, la generación de inseguridad alimentaria, mal nutrición, aumento de la pobreza monetaria y por esta vía, aumento de la pobreza multidimensional, incentivo para una política monetaria agresiva que produce caía de demanda y desempleo.
La pérdida del poder adquisitivo se da porque los hogares ante una lista de precios en aumento, tendrán que escoger que bienes siguen consumiendo y que bienes dejan a un lado, con miras a que el presupuesto disponible alcance a cubrir lo básico.
Para los hogares de menores recursos, la escogencia de los rubros de gasto pasa por los alimentos, de los cuales tendrán que seleccionar cuales se siguen comprando y cuales no. Lo anterior va en contra de un principio básico de la seguridad alimentaria que es la accesibilidad.
Resultado del anterior, se generan problemas de mal nutrición en la población que no tiene acceso a la canasta básica alimentaria.
Dado que el precio de los alimentos y de otros bienes que consume el hogar se incrementa, la línea de pobreza también lo hace, con lo que los hogares cuyabros que están en condiciones de vulnerabilidad vuelven a caer en este grupo aumentando la pobreza monetaria. Por su lado, esta situación incentiva que aspectos como la vivienda, la educación, la salud y las condiciones de la niñez y la juventud se deterioren, con lo que se afecta los niveles de pobreza multidimensional.
Finalmente, los altos precios disparan aumentos en la tasa de política monetaria que como se va a evidenciar en el próximo capitulo, puede generar desempleo, lo que va a intensificar los efectos ya relacionados.
IV. Soluciones al aumento de precios
A nivel país la herramienta para controlar el nivel de precios corresponde a la política monetaria, en específico la tasa de referencia del Banco Central, que para el caso colombiano es el banco de la República.
El primer impacto del cambio de la tasa de política monetaria corresponde al cambio en la expectativa de los inversores, que van a esperar un mayor rendimiento de los activos de renta fija como los bonos del gobierno y el mercado monetario. Por su parte, la banca privada recibe intereses por los depósitos en el banco central, con lo que prefieren dejarlo allí y no irrigarlo a la economía.
El incremento de la tasa de interés de política monetaria tiene un efecto sobre la demanda agregada y es su reducción. La demanda agregada se afecta vía sus componentes: consumo, inversión y gastos del gobierno.
Desde el consumo hay dos efectos vía tasa de los créditos y la tasa de ahorro. La tasa de interés de las tarjetas de crédito, de los créditos de libre destinación y otros se incrementa, afectando el flujo de caja de los hogares que deben destinar una mayor cuantía a cubrir los intereses desplazando el consumo de gastos no esenciales. Por otra parte, la tasa de ahorro de los bancos también sube, incentivando a los hogares al ahorro en vez de comprar, lo que termina desplazando el consumo disminuyéndolo.
Desde la inversión se presentan dos efectos: cambio en la tasa de referencia de los proyectos y aumento en la tasa de crédito. La primera hace que la tasa de retorno de los proyectos que tiene pensado desarrollar la empresa se incremente, con lo que, si los proyectos no generan el suficiente flujo de caja para cubrirla, no se llevarán a cabo. El segundo efecto es sobre los créditos que requiere la empresa, que se vuelven más costosos, lo que obliga a destinar mayor flujo de caja para cubrirlos y pagar los intereses. En estos términos la inversión de las empresas cae, lo que junto con la reducción del consumo hace que la oferta finalmente se reduzca. La reducción del nivel de producción trae como consecuencia la disminución de los niveles de contratación, factor que genera desempleo.
El tercer componente es el gasto público. Una mayor tasa de interés sobre la financiación de proyectos hará que se destine mayor presupuesto a pagar intereses dejando a un lado la inversión clave para el desarrollo de la ciudad.
V. Soluciones locales al aumento de precios
La normalización de la demanda es un aspecto fundamental para la estabilización de los precios y como se vio en la sección anterior, es producto de la tasa de interés de la política monetaria. Este aspecto también tiene que ver con la normalización de las expectativas de inflación, que si bien es producto de la política monetaria, a nivel local puede trabajarse mediante campañas y seguimiento de aumento de precios a nivel de distribuidores y puntos de venta finales.
Incentivar la oferta de productos a nivel local puede amortiguar el efecto con la demanda, con lo que las expectativas de inflación pueden normalizarse. La disminución de la volatilidad de la tasa de cambio no se puede controlar a nivel local, pero si se puede hacer campañas con el destino de las remesas, siendo el Quindío un departamento que recibe muchos recursos por este concepto.
La mejora en las redes de distribución urbana es un aspecto fundamental a la hora de normalizar el aumento de precios, con lo cual se hace necesario trabajar en conjunto con el sector privado para generar competencia en los sistemas de almacenamiento y distribución a los puntos finales de venta.
Es indispensable trabajar de la mano de los grandes transportistas y cadenas de distribución para mejorar la logística de producción y venta, de tal modo que la transmisión de precios se haga más lenta y amortigüe el efecto del alza en los bienes críticos como los alimentos.
VI. Árboles de problemas y soluciones del problema de precios
Resumiendo, el contenido del diagnóstico, se puede proponer el siguiente árbol de problemas, que parte de las causas, identifica el problema central y sus consecuencias para la ciudad.
Como articulador de las soluciones, el árbol de objetivos incluye las posibles soluciones a las causas identificadas.